jueves, 21 de abril de 2011

Fran Jackson...

En 1996 su vida cambió. La casa discográfica de Michael Jackson le reconoció como doble oficial del «Rey del Pop» y consiguió dedicarse enteramente a lo que había soñado desde los 15 años. A esa edad, tras hacer un «playback» con sus amigos del éxito «Black or white» en su pueblo natal (Sueca, Valencia), cayó embelesado en la magia de la estrella norteamericana. Compró su discografía, aprendió sus pasos, se enfundó guantes y calcetines llamativos y empezó a actuar en discotecas y salas. Su pasión por el cantante se tornó en habilidad y Francisco Bernabeu pasó a ser Fran Jackson.Ha actuado en gran parte de España y las islas Canarias y pretende hirce de hira por todo el mundo.

-¿Cómo se consigue el importante aval de la familia Jackson? --Primero de todo, pienso que hay que conseguirlo con el propio espectáculo. El mejor aval, más aun que lo que la propia familia pueda decir, es el del público: esas más de 300.000 personas que han disfrutado del «Forever King of Pop» a lo largo de nuestra gira por toda España. Es lo que hace que el espectáculo sea diferente y abarque todo tipo de generaciones, desde niños a adultos y mayores. La forma y el cariño con el que se trata su figura hacen que este musical sea único. El padre de Michael vino a Sevilla y desde entonces se han estrechado lazos para empezar una gira internacional que comenzará el 15 de junio en Sudáfrica.

-En el espectáculo interpretan los videoclips de «Smooth criminal» y «Thriller». ¿Son fieles a los originales o añaden cosas? -En muchos números hay aportación propia, como canciones que se escuchan con el coro gospel por primera vez. Pero hay otros, como el de «Thriller» y el «Smooth criminal», que son intocables, porque hay que ser fieles a lo que Michael ha representado. Estos dos los hemos cuidado al máximo para exponerlos en el escenario tal y como Michael los expuso en sus vídeos. Aunque hay alguna innovación en «Thriller», ya que se interactúa mucho con el público y la gente se lleva más de un susto.

-¿Le cuesta a veces mantener su propia personalidad después de tantos años imitándole? -He llegado ya a cierto automatismo. Lógicamente, hay una cierta influencia después de tantos años y por haber hecho una forma de vida basándome en mi artista favorito. Ya que en sus canciones ha transmitido siempre grandes valores, hay una influencia en mí de su filosofía de vida. Pero es la misma que uno pueda recibir de la gente que le rodea: padres, amigos, profesores...

-Cantar y bailar al mismo tiempo parece muy complicado...
-En este espectáculo no canto, ya que me encargo de la parte física y coreográfica. Pero puedo decir que cuesta muchísimo y eso lo hizo Michael hasta la gira de «Bad». Ya después del «Dangerous», basándose en las innovaciones coreográficas que incluyó, Michael tuvo que usar sus propios «playbacks» para dar el máximo espectáculo.

-¿Qué es lo que más le gustaba del cantante norteamericano?
-Su originalidad y su innovación en todo. No puedo desgajar ni el baile ni la voz, porque ha sido único en todo. Sus videoclips han sido «minisuperproducciones»; su voz, única, y la composición musical, un éxito, pasando por muchos estilos. Y con los mensajes que ha contado también ha sido un referente e, incluso, diría que un predicador del futuro con canciones, por ejemplo, sobre el maltrato a la Tierra.

-¿Qué canción le marcó especialmente? -Primeramente fue «Black or white», con la que conocí quién era Michael Jackson. Después, cuando conocí toda su discografía, descubrí más temas. Aunque no tengo una favorita, porque depende del estado de ánimo en el que me encuentre en cada momento, si tuviese que hacer un extracto para explicar a alguien quién fue Michael Jackson me quedaría con ese «Billie Jean» en directo: con su inconfundible base rítmica, con el sombrero, guantes de lentejuelas y calcetines, y con sus pasos característicos del «Moon walk».

-¿Qué opina de la controversia que rodeó a la figura del «Rey del Pop»? -Pues la lógica y normal que pueda rodear a cualquier figura pública, con el agravante de que en el caso de Jackson siempre se ha hecho mucho más dinero en paralelo a su carrera por su tipo de vida y por otros intereses que por lo que realmente era. Ahí ya entra todo tipo de problemas e información sacada de contexto y, además, que en España somos muy dados a enterrar a los vivos y resucitar a los muertos. Se seguirá hablando de Michael Jackson, de rumores y demás. Pero creo que al final se hará justicia y se valorará, aunque sea tarde, quién ha sido Michael Jackson. Su vida privada pasará a un contexto de habladurías de prensa barata.

-Su muerte ha sido una gran pérdida, pero también un gran negocio. ¿No cree?
-Como todo en la vida de Michael Jackson. Cualquier salida pública, cualquier movimiento o silencio ya era noticia y daba pie a rumores. Claro que su muerte ha sido un negocio. Es más, diría que ha sido el gran negocio de la historia. Su funeral fue el evento récord de audiencia en todo el mundo. Es una desgracia que sea una realidad, pero es así.

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